Bedaio presenta un tipo de hábitat rural disperso, siendo el caserío la construcción predominante. Resulta sorprendente el hecho de que los vecinos de la zona no fueran sus propietarios hasta no hace mucho tiempo. Bedaio ha sido uno de los ejemplos más claros de latifundio en Gipuzkoa.
Bedaio fue feudo de la familia de los marqueses de Berastegi, y en el 1554 pasó a ser jurisdicción de Tolosa. En el año 1900, las familias Elosegui y Alustiza eran los propietarios de todas estas tierras.
Bedaio está formado por caseríos y siempre se ha vivido de la agricultura y la ganadería, sin embargo, son muy pocos los que ahora viven exclusivamente del caserío. Aquí, en un terreno que viene a ocupar la tercera parte de Tolosa, no hay industria y hasta 1970 no hubo carretera.
Caseríos
En Bedaio te encontrarás con abundantes caseríos, como Gurbillaundi, el de mayor tamaño de Gipuzkoa, Illorreta, un caserío documentado desde 1860 o Zugastibarrena, el más antiguo de todos ellos.
El caserío más grande de Gipuzkoa
Ha sido catalogado como el caserío más grande de Gipuzkoa. A parte de su grandeza, su patio central también tiene su encanto. Se cuenta que Gurbil Haundi fue construido para usarla como cárcel; durante la Guerra Carlista (como era un paso estratégico entre Gipuzkoa y Navarra) fue un cuartel, usando el patio como establo para los caballos.
Errota (Molino)
No se sabe en qué año fue construido, aunque en los documentos históricos se menciona la existencia de un molino en el año 1544. Hoy en día el molino está reformado y en funcionamiento. Está formado de dos piedras que se mueven con la fuerza del agua.
Abaetxe
De las construcciones rurales tradicionales más destacadas, con su escudo de armas, y el que, en su tiempo, fue la casa de los entonces dueños de los caseríos y terrenos de Bedaio. Actualmente, rehabilitado, ha sido un agroturismo, pero desde el año 2010 funciona como restaurante. Está abierto los fines de semana y festivos.
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El caserío más antiguo de Bedaio
Zugastibarrena es un caserío que mantiene intactos sus entramados de madera y cierres de tablazón. En Bedaio, junto con el caserío Sarobe Berri, fue uno de los que primero se construyó.
Bedaio, frontera con Navarra
El collado de Zarate se sitúa entre Bedaio y Azkarate, por lo tanto, se encuentra lindando con Navarra. Por esa razón era un buen lugar para el comercio y el contrabando. En este llano poblado de hayas se encontraba la casa de recaudación de arbitrios provinciales de consumo donde los miqueletes controlaban el contrabando entre provincias. Este paso antiquísimo fue transitado por Iñigo de Loyola, herido en Pamplona, de vuelta a su casa de Azpeitia.
Naturaleza
Bedaio conserva una gran riqueza natural de flora y fauna. Destaca también en cuanto a sus valores ecológicos, su patrimonio megalítico y su uso agropecuario.
Entre las especies vegetales destacan las hayas, los robles y las encinas, así como sus extensos prados. En los hayedos se podrán encontrar gran variedad de setas y los carnosos Hongos tan cotizados en nuestra gastronomía popular.
Entre los diferentes tipos de animales que uno se puede encontrar alguna vez caminando por los alrededores de Bedaio se pueden encontrar grandes mamíferos como el jabalí, el corzo, el pequeño zorro, comadrejas, lirones, visones y las juguetonas ardillas entre otros. También es posible ver sobrevolar al buitre leonado, alimoche, quebrantahuesos o águila real.
Figuras de Bedaio
El escritor José Ramón Zubillaga, emigrado a Argentina donde escribió los libros: “Lardasketa” y “Euskaldunak Argentinan”. Nació en el caserío “Abaetxe zaharra” el 3 de enero de 1891. Dejó dos libros sin publicar: “Ene sorterria” (sobre Bedaio) y “Aralarko lapurra”.
No nos podemos de Juan Antonio Sarasola (1887-1983) que nació en el caserío Zumizketa de Bedaio. Fue alcalde pedáneo durante la República y conocido txistulari durante setenta años, siendo invitando a amenizar las fiestas de los pueblos, incluyendo los navarros. Enseñó a un grupo local la coreografía del Ingurutxo y de otros bailes antiquísimos.
Otra persona relevante de Bedaio que cuenta con una placa conmemorativa es el doctor José Ramón de Sagastume, fundador de Cruz Roja Gipuzkoa y cuyo legado sigue hoy más vivo que nunca. Nació en Bedaio en 1891.